jueves, 26 de noviembre de 2009

Al borde del alféizar

Estoy al borde del alféizar.
El aire que me acaricia la cara y me invita a lanzarme es devastadoramente tentador.
Levanto un pie, probando mi suerte. Siento como me tambaleo y lo bajo rápidamente.
Tengo ganas de abrir los ojos, pero temo que , me de cuenta de que estoy cometiendo un erros y regrese a mi vida de estrés.
Mil pensamientos e ideas se revuelven en mi mente.
Me siento cansada el tan sólo de pensar en lo que tengo por delante si dos dos pasos atrás.
La brisa sige rozándome el rostro, en una dulce invitación a un mundo con menos presiones.
Tantas cosas que eh olvidado, que se han perdido en mi memoria y en el tiempo, todo gracias a lo que ah traido aquí.
No sé cuantos me apoyarán o evitarán lo que estoy apunto de hacer.
Ni siquiera yo sé de donde saco el tiempo, estrujo cada minuto de mi día y de mi imaginación.
Estoy al borde del alféizar.
Amo lo que hago, pero tal vez no sea el momento adecuado.
Miles de preguntas, sugerencias, opiniones, quejas y más vienen en el viento, traídos desde remotos lugares.
Hay veces en que me dan ganas de terminar esto ya. Saltar de una vez y quitarme de un peso de encima.
Tantas personas olvidadas en el tiempo por el motivo que me trajo aquí.
Todo nació como una ilisión, la cual me habían creado jóvenes y talentosas escritoras. No las culpo, no, pues ellas más que nadie saben por lo que estoy pasando.
No sabía que una parte de mí pudera trasender, al menos temporalmente en la mente de algunas chicas.
Tal véz lo mejor sería saltar de una vez, sin importar lo que digan los demás, lo que pidan los demás.
Estoy al borde del alféizar, indecsisa. si saltar a un pedcito de libertad, o quedarme entre ustedes.








Hace mucho tiempo que no escribia así. NO es parte de esta historia, es una pequeño escrito donde me acabo de desahogar.
Está en metáfora je.
No sé si cerrar este blog (a falta de insipación y a exceso de presión y estrés por mi otro blog) o continuar y dejarlo abandonado en un ricón hasta que mi luz de isnpiración se vuelva a prender.
Esto no quiere decir que si cierro uno cierro los dos, no, definitivamente no. Renesmee Cullen se queda, por que también sirve para desahogarme un poco y ahy muchas chavas ansiosas por leer más, no las puedo dejar así.
Así que por fa quiero su opinión si debería cerrarlo ( para estas más suelta y tener más tiempo para escribir) , continuarlo, darle un final YA, o dejarlo abandonado hasta que vuelva a tnere esa chispita de isnpiración para este blog.
Bueno, espero sus comentarios!! Gracias , besos.

[Uff eso si que sirvió para desahogarme! ... aparte me gustó como quedó XD ]

lunes, 23 de noviembre de 2009

¡¡Paciencia!!!

Hola primero PERDON por no haber publicado desde hace mil años!!! pero es que ando estresada y mega apuranda con esta onda de los blogs y como que se me corta la inspiración :'( sólo pido que me aguanten un poco y no se desesperen si no posteo muy seguido en verdad es un buen de trabajo!! (al parecer no sabia en lo que me metia cuando hice los blogs XD ) -.-".

Bueno, pues por ahora solo es eso: mil disculpas y por fa un poco de pasiencia!!
Bueno gracias a todas!! Besos

viernes, 13 de noviembre de 2009

Vómito.

Hola!! Je. XD lo siento x no haber escrito despues de taaanto tiempo pero m sacaron las muelas del jucio y me dolió tanto que me quedé casi 3 días en cama hehe. No se lo desearía a nadie :'(.
Pero lo bueno que es ya estoy un poco mejorcitaa ^^ y podré escribir ^O^ después les contaré toda la aventura de la sacada de muelas XD hehe (enserio duele y mucho más si son las 4 x__X )
bno aquí está el cap!. Besos.
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Me las arreglé para llegar lo más rápido que pude al baño, abrí la puerta y la sorpresa que me llevé al ver quién estaba dentro opacó el fuerte retortijón que tenía en el abdomen.
Una pequeña chica pelirroja estaba arreglándose en el espejo del baño:
Susan.
No pude evitar hacer una cara de desagrado cuando la ví. A ella pareció no sorprenderle que yo estaba allí.

- Hmm … que sorpresita verte por aquí. – dijo con un tono de falsa alegría.

No pude más que sólo responderle con un gesto de desprecio debido al dolor de estómago que tenía.
Pasé de ella y me paré frente al lavabo y el espejo, alcé la cara y me sorprendí cuando me ví a mi misma: estaba pálida como la leche y unas pequeñas gotas de sudor mojaban mi frente.

- Sabes vine a ver esta banda sólo por que m obligaron por la que verdad es una basura.
- Cállate, no sabes de música. – le dije con los dientes apretados.

- Me han dicho que Matt te dejó ¿cierto? – preguntó con crueldad.

Mi corazón se estrujó al escuchar esas palabras y al recordad que por la culpa de hacerme falsas esperanzas casi termino en manos de un … violador.
Cerré los ojos con fuerza, intentando mantener a raya a las lágrimas.
El dolor del estómago iba disminuyendo lentamente.

Cuando sentí que me había recuperado lo suficiente para hablar, dije:
- Lo que pasó o no, no te interesa ¿ok? Y déjate de m…

No pude terminar la frase. Todo pasó tan rápido que apenas me di cuenta, de un solo golpe el dolor de estómago y le vomité encima a Susan todo lo que había comido ese día, bueno, aun que me hubiera encantado vomitarle en medio de su playera, tuvo reflejos los suficientemente buenos como para que sólo le cayera en parte del pantalón y los zapatos.

Un agudo grito llenó al baño.

No pude evitar reírme a carcajadas de su expreción. Me limpié rápidamente la boca y salí de allí.
Al mismo tiempo que yo salí, una de sus amigas entraba.
Otro grito.
Y así más gente empezó a entrar y reírse de ella. Mientras intentaba salir de la multitud me encontré a Jake.

- ¿Qué pasó allá adentro?.

- Ehmm… un pequeño accidente. – le dije mientras sonreía diabólicamente.

En eso llegó la chica rubia que yo había visto con Jake hacía unos minutos. Sus pensamientos primero se mostraros recelosos.
- Oh, te presento a Emily. Emily, Val. Val, Emily.

- Hola – saludamos las dos al unísono lo cual nos hizo soltar una carcajada.

- Eh.. ya me tengo que ir. – le dije a Jake
.
- ¿No te quedas para la fiesta en casa de Josh?

- Ehmm … no puedo, tengo cosas que hacer – le mentí, la verdad me seguía doliendo el estómago – Lo siento.

- No te preocupes. – dijo con una sonrisa que hizo babear a Emily.

Yo también sonreí. Le dí un abrazo a ambos para despedirme, pero antes de irme le susurré a Jake: Le gustas a Emily.
Él se puso rojo como un tomate y un brillo especial salió en sus ojos.
Un sentimiento que no pude reconocer me estrujó el estómago.

- ¿Cómo lo sabes? – me preguntó bajito.

- Yo … sólo lo sé. – le mentí con una sonrisa.

Al llegar a la casa tuve de nuevo retortijones como los que me hicieron vomitar. Pero por suerte mamá llegó temprano del trabajo y llamó al padre de Ari, que ya era nuestro doctor.

- Hmm – dijo después de examinarme – al parecer tuvo emociones muy fuertes el día de hoy, eso y la falta de seño se e han venido encima y han provocado esto. Es un exceso de stress – aseguró – sólo quédate en cama por una semana y no hagas nada ¿esta bien?.

Quería confiar en las palabras del doctor, pero su mente mostraba que no estaba 100% seguro de que era eso, en parte lo relacionaba con lo mismo que tenía Ari – lo cual no estaba seguro de que era – y con una enfermedad de nombre extraño y largísimo.

En fin, el doctor se fue y mi mamá empezó a reprochar en su mente que ahora “por mi culpa” nos perderíamos de una semana de vacaciones en Nueva York, donde una vieja amiga suya tenía una hacienda que habían remodelado en mansión.
Lo único que pude hacer es poner lo ojos en blanco ante su reacción, ya me había acostumbrado a ese comportamiento hacia mí de su parte.


Pasaron los días e intentaba mantenerme ocupada para no pensar en Matt, ya que con una semana en cama se disponía de mucho tiempo livre. Intenté concentrarme en algunos libros pero no funcionó y la programación en la televisión era de lo más aburrido.
Pasó la semana pero no mejoraba. El doctor volvió a verme y dijo que tenía la misma enfermedad que Ari, pero que no sabía presisar exactamente que era, pero que en un mes seguro estaría fuera de cama.

“No, un mes no” – pensaba con pesar. “Bien, haber si sobrevivo”… - pensé resignada.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Aunque no te pueda ver

Empezó a avanzar más y más hacía mí, poniendo su otra mano en mi espalda, apresándome contra su pecho.
Con mi mano libre intenté empujarlo y salir de aquella prisión pero fue en vano.
Entonces sus pensamientos se mostraron alerta, al parecer había escuchado algo.
Cerró más sus manos en torno a mis brazos y me tapó la boca, para meternos más en la lúgubre oscuridad del callejón.
La figura de un chico pasó casi corriendo por el principio del callejón, donde la luz terminaba. Reconocí a aquel chico y mi corazón se disparó. Jake. Intenté gritar y correr aunque aquel tipo me estuviera sujetando. Pasaron unos segundos y nadie volvió a aparecer.


Una sensación de puro pánico me invadió, quería correr, grita, huir de aquel lugar a como diera lugar pero estaba aprisionada entre las manos de aquel extraño.
El tipo que me tenía aprisionada me volteó para quedar de frente a él, un ligero viento sopló a nuestro alrededor y arrojó un mechón de cabello hacia mi cara, me lo apartó en un intento de ser delicado, cuando nuestra piel hizo contacto la piel se me puso de gallina y un escalofrío de miedo puro me recorrió la columna. Su mente había vuelto a planear paso por paso lo que me iba a hacer. Intenté zafarme pero fue en vano, era demasiado fuerte para mí.
Me estaba dando por vencida antes de que lo malo en verdad hubiera empezado.

- ¡Suéltala estúpido! – la voz de Jake sonaba extremadamente furioso.

En segundos Jake estaba sumergido con nosotros en la oscuridad.
A pesar de que era de noche y la luz no llegaba hasta donde estábamos, pude ver nítidamente cómo Jake le daba un puñetazo a ese extraño. En cuanto recibió el golpe pude liberarme de sus manos que parecían estar hechas de acero.
Jake me tomó de la mano y me sacó de aquel callejón. Jake iba casi corriendo a lo largo de la calle mientras yo , en estado de shock, me limitaba a tropezar como una tonta.

Llegamos a la esquina de la calle y paramos. Mi respiración era entrecortada, sentía que las piernas apenas y podían sostener mi peso.

- ¿Estás bien? – me preguntó.

- Y-y-yo… - tartamudé con un hilo de voz.

Jake me miró un poco preocupado y me envolvió con sus brazos en ese momento todo lo que había vivido en los últimos momentos se me vino encima. Rompí a llorar entre sus brazos, con la respiración entrecortada.
No podía creer que lo tonta que había sido: pensar que iba a volver a ver, que había regresado. Había arriesgado hasta mi vida y la de Jake literalmente por esa estúpida fantasía.

El cajón de aquellos recuerdos dolorosos se abrieron en contra de mi voluntad. Las lágrimas salían sin control, empapando la playera de Jake. Tenía que recomponerme, no podía dejar que Jake me viera así, no. Era mi mejor amigo, pero había algunos rincones oscuros de mí que estaba dispuesta a ocultar, incluyendo cuanto me dolía en verdad que… Matt se hubiera ido. Me dolía el siquiera pensar su nombre.
Con el dorso de la mano me sequé las lágrimas y traté de calmarme.

- Siempre que lo necesites te salvaré. – murmuró Jake contra mi cabello.
A veces sentía que no merecía un amigo como Jake, que merecía a alguien mejor, a alguien que no se la pasara llorando por un amor pasado.


Llegamos de vuelta y la banda de Jake ya estaba armando todo su equipo y preparándose para tocar. Algunos me preguntaron que si estaba bien y yo les respondía con un tímido “Si, gracias”. No era la persona más sociable del mundo que digamos, al contrario de Jake.

El lugar se abarrotó al cabo de una hora. Tenía asiento preferencial, gracias a Jake, al parecer temía perderme de vista, tal véz pensaba que me iría corriendo de nuevo con algún extraño de nuevo
The Cookie Jar era una banda bastante interesante, tocaban varios géneros como: rock-pop, Rock e incluso un poco de Indie, por lo cuel me sorprendí cuando Jake se acercó al micrófono y dijo:

- Bueno la siguiente canción se la quiero dedicar a una amiga que está aquí hoy: Val.

Pude sentir cómo me ponía roja. Quería que se abriera el piso y me tragara completamente para que nadie me volviera a a ver. Una serie de chiflidos y sonidos de insinuación amorosa se escucharon por todo el bar.

- Hey, tranquilos es sólo una amiga. – dijo con una sonrisa – bueno, se llama “Aunque no te pueda ver”
(…)

Al final de su presentación tenía muchas ganas de subir al escenario y abrazarlo lo más fuerte que pudiera, pero era demasiado tímida para hacer eso, así que esperé que terminaran toda la presentación para irlo a abrazar tras bambalinas y agradecerle por todo pero, al llegar noté que una chica masomenos de nuestra edad, rubia y delgada estaba hablando con él. Los pensamientos de aquella chica se mostraban claramente interesados en Jake. Sonreí ante la posibilidad de tener una cuñada.

De repente un fuerte retortijón se estacionó en mi estómago. El dolor era tan fuerte y repentino que era casi imposible caminar. Me las arreglé para llegar lo más rápido que pude al baño, abrí la puerta y la sorpresa que me llevé al ver quién estaba dentro opacó el fuerte retortijón que tenía en el abdomen…